Nadie como tú para hacerme reír, nadie como tú sabe tanto de mi. Nadie como tú es capaz de compartir mis penas, mis tristezas mis ganas de vivir. Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolverme en paz. Tienes la virtud de hacerme olvidar el miedo que me da mirar la oscuridad. Nadie como tú para pedir perdón. Nadie como tú me da su protección, me ayuda a caminar, me aparta del dolor.
Y pasarán los años y siempre estarás buscando un plan para que se hagan realidad los sueños que soñábamos antes de ayer al dormir, hablando del tiempo que nos quedará por vivir.
Y sin hablar, solo al mirar, sabremos llegar a entender que jamás nada ni nadie en la vida nos separará.
Tú entiendes mis silencios, solo tú conoces mis secretos, solo tú comprendes cada gesto. Y yo solo quiero entregarme, comprenderte y cuidarte, darte mi corazón. Quiero que llegues a ser mi alma y mi obsesión, mi vida y mi pasión, mi historia de amor.
Y no, no son solo letras de canciones las frases que te acabo de escribir. No, no son solo copias de cosas escritas que saben muy bien lo que siento por vos. Aunque describan exactamente mis sentimientos no, no son solo cosas dichas al pasar, no son cursilerias de un día más; son claramente el reflejo de lo que te amo, de lo que significas para mi y el más transparente reflejo de lo que te necesito conmigo para siempre. Somos lo mismo aunque seamos dos.
Amo saber que cuidas de mi. Se que llorás si llora mi alma, logro reir si escucho tu voz, siempre lográs que llegue la calma. Amo saber que cuido de vos. Si te hacen mal juro sería capaz de matar.
Hoy y siempre juntos.
A partir de aca... no me hago cargo de nada